Entendiendo la Energía para valorar los alimentos que tenemos en casa
Palabras claves: cadena alimenticia, heterótrofo, autótrofo, ATP.
“Todo proceso vital debe contemplarse dentro de un sistema de intercambio energético con capacidad para obtener y transformar la energía del entorno (…)”
Cervera, 2004
Entender los sistemas energéticos que usamos cuando realizamos ejercicio es muy sencillo porque están muy diferenciados, pero hay que saber algunas cosas antes. Retrocedamos un poco, vayamos al concepto central ¿qué es la energía?
¿Energía, energía … a qué te suena?, ¿energía eléctrica?, ¿energía solar?, ¿energía eólica (si nos acordamos de las clases del colegio) ?, ¿al álbum de J. Balbín?
Vamos a ver, pero antes de hablar de la energía, hablemos de la luz (se dan cuenta de que siempre retrocedemos) ¿la luz? sí, la luz del sol.
Le debemos mucho (todo) al sol, quizá lo que diga a continuación sea muy básico, pero para mí es ¡fantástico! y cada vez que lo analizo me parece increíble. Bien, a lo que iba, para entender más didácticamente la función de la luz del sol, ubiquemos un concepto que aprendimos hace mucho tiempo en el colegio, me refiero a la cadena alimenticia. ¿Por qué? ¿qué tiene que ver?, Bueno estamos hablando de alimentos, entonces hablemos de la cadena alimenticia, allá vamos:
Imaginemos una planta, pensemos, por ejemplo, en un frutal que por sus raíces absorbe agua y compuestos inorgánicos (así llamamos a todas las sustancias químicas que no contienen átomos de carbono unidos) de suelo y además en sus hojas tiene un “sistema” que es capaz de captar “la energía (luz) del sol”. Ello permite que sea posible transformar “la energía lumínica” a “energía química” que la planta acumula en sus frutos, hojas, en su estructura en general y que posteriormente será aprovechada directa o indirecta por nosotros, pues esta planta será ingerida por un animal, del cual quizá aprovechemos su carne. Es así como se podría describir la cadena alimenticia desde una perspectiva energética.
Pero la “energía química” de los alimentos en realidad está en sus “enlaces químicos”, es decir, en la práctica no aprovechamos directamente la energía que nos brinda el alimento como tal, sino que este al ser sometido a la digestión se “descompone” y recién ahí es como las células de nuestro cuerpo lo puede aprovechar. Por eso, es tan importan saber elegir el tipo de alimento que vas a ingerir, ya que cada uno tiene características particulares.
Un par de conceptos más. El hecho de que la planta use sustratos inorgánicos y aproveche la luz del sol, lo convierte en un ser “autótrofo”, pero nosotros no tenemos esa capacidad, somos “heterótrofos”, dependemos de la energía que nos proporciona el alimento. Bajo esa premisa podemos concluir que somos dependientes de los alimentos para tener energía, – ¡pero lógico, no necesito leer cosas tan técnicas para saber qué necesito comer para tener energía! – A lo que respondo, que eso depende (como todo en nutrición: la palabrita siempre será “depende”), porque te olvidas de las reservas. Nuestro cuerpo tiene reservas que pueden romper con ese pensamiento lógico, por eso, continúa leyendo el post de sistemas energéticos.
Bibliografía: Cervera P., Claplés J., Rigolfas R. Alimentación y Dietoterapia (Nutrición aplicada en la salud y la enfermedad). 4ta ed. España. McGraw-Hil – Interamericana; 2004
Sistemas energéticos, la clave para entender que necesita nuestro cuerpo dependiendo del estímulo al que es sometido
Palabras clave: aeróbico, anaeróbico, ATP-PC, glucolítico, oxidativo.
¿Por qué cuando hago un Sprint no puedo sostenerlo durante mucho tiempo? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué?
Respuesta corta: Hay limitantes fisiológicas.
Respuesta larga: Lee el siguiente post.
Durante el ejercicio, dependiendo de la intensidad, nuestro cuerpo utiliza uno de los tres sistemas energéticos de los que disponemos.
Te los presento, ellos son:
El sistema ATP-PC o Fosfágenos
¿Sabes qué significa PC?, “fosfocreatina”, ¿te suena? ¿y si te digo creatina?… quizá resulte familiar. Es un suplemento bastante común, ya lo abordaremos en profundidad, pero lo que tenemos que saber ahora es que el cuerpo sintetiza fosfocreatina, que se usa en esfuerzo máximos y de poco segundos de duración, se llega a agotar, pero se regenera al cabo de unos minutos. Ejemplo: 1 – 2 repeticiones del peso máximo en el gimnasio, o los primeros segundos de un sprint con mucha carga. Es en situaciones como estas, en las que el cuerpo usa fosfocreatina.
Limitante: el rápido agotamiento de la fosfocreatina.
Sistema glucolítico o anaeróbico láctico
Analicemos:
“glucolítico” = glucosa – lisis = “romper glucosa”
“anaeróbico láctico” = “sin oxígeno produzco ácido láctico”
Ah, te suena el nombre “ácido láctico” o “lactato”,- bueno si me suena – ¿no es eso que se te acumula en los músculos? ¡bingo!, exacto es eso que se acumula en los músculos y que… solemos decir que duele… “quema”, bueno ya sabes otro nombre de “el terrible lactato”.
Ejemplo: un sprint de un par de minutos en la bici, una subida corta que la haces al ‘mango’. Aquí aprovecho para recalcar la importancia de incluir en tu rutina de entrenamiento, días específicos en donde trabajes este sistema energético para que poco a poco tengas mayor capacidad de “metabolizar el lactato” porque, si tu cuerpo está preparado lo puede convertir en energía.
Limitación: la excesiva producción de lactato en la sangre.
Sistema oxidativo
¿Oxidativo? – No entiendo ¿qué quiere decir?, no nos compliquemos, oxidativo, en este caso, quiere decir “utiliza oxígeno”, para la utilización de grasas y glucosa como fuente de energía, cuando tu respiración no es tan forzada, puedes “oxigenar” tus músculos y utilizar este sistema energético. Ejemplo: cuando sales a hacer un fondo de un par de horas a baja intensidad.
Esta vía es muy importante porque permite romper con un mito, muy arraigado. El eterno, “para bajar peso deja de comer harinas y haz cardio”.
Veamos la siguiente imagen:
La reflexión más importante de este gráfico, es que, si queremos bajar la grasa igual tenemos que seguir comiendo carbohidratos. Ambos se necesitan para el funcionamiento de este sistema energético y como vemos con el pasar de las horas efectivamente se usa cada vez más grasa, por eso los fondos muy largos nos hacen perder grasa, pero, pero, pero ¿qué pasa si me meto un superfondo de 6 horas y he tomado un desayuno a la volada donde la señora que vende quinua? Bueno lo que sucede es que hasta cierto punto todo funciona bien pero una vez que se acaban las reservas de glucógenos del músculo y del hígado, te vas a dar cuenta muy rápido porqué sientes un bajón de energía muy fuerte, es como meterle freno de mano y es allí donde empezamos a usar un combustible muy ineficiente* “las proteínas” -¿y de dónde salen?-, estas salen del musculo, ¡sí, de nuestra masa muscular!, la regla de oro en nutrición deportiva, casi en todos los casos, es mantener la masa muscular, cuesta muchísimo más construir el músculo que degradarlo. En pocas palabras pierdes músculo, pierdes rendimiento y no “quemas” grasa de forma eficiente.
Y lo bonito del MTB es que usamos de los tres todo el tiempo. No es un deporte exclusivo de un sistema, energéticamente hablando es muy completo. Por ejemplo, en una salida de patas hay de todo. Al comienzo todo ‘tranqui’, pero luego van a haber arranques, luego se baja el ritmo, se sube el ritmo y así sucesivamente.
Esto de los sistemas energéticos, tiene algunas otras aristas que no estamos tocando, pero es una introducción con bastante aplicación práctica.
*Aclaro que en este contexto: la proteína sería ineficiente porque su función principal es plástica, ser la base estructural del músculo, ligamentos, órganos, etc. Convertirse en energía no es su función principal.
Bibliografía:
López Chicharro, J., Fernández Vaquero, A. Fisiología del ejercicio. 2da ed. España. Ed.Panamerican; 2006
Por: Sebastian Neyra
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